Eran Duque y Laika, pidiéndonos que si se podían quedar con nosotros en clase hasta que arreglasen su nave espacial. Ellos a cambio, nos explicarían y contarían muchas cosas sobre los astronautas, el espacio, etc. Así que nos pusimos manos a la obra y les contestamos con otra carta, diciéndoles que estaríamos encantados con ellos.
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